Quería escribir. Hace rato. Pero
a mi opinión le faltaba inspiración. Solo con media hora de TL obtuve aquello
que me era necesario.
Algunos consideran a Twitter una
muestra interesante de nuestra sociedad. Yo, lo considero una muestra
interesante de nuestra estupidez (a la que por cierto, pertenezco). A esa muestra la llamo “Politicamentecorrectilandia”,
una nación que se ha formado de las fuerzas más obscuras e intelectualmente
limitadas de nuestra sociedad, y que son proyectadas con grandilocuencia a
través de las redes sociales. No sé en qué minuto Políticamentecorrectilandia
se formó. Tal vez ha existido soterradamente desde que la primera neurona
humana sinaptó. Pero lo cierto, es que es ahora cuando ha logrado una identidad
propia, única y poderosa.
Tal como su nombre lo indica,
Politicamentecorrectilandia es un país en donde predominan las ideas políticamente
correctas y las expresiones socialmente aceptables. Independiente de si se
sustentan argumentalmente. Ser disidente en este país, amerita el exilio, la carátula
de analfabeto y las penas del infierno.
Pareciera que pertenecer a este
masivo grupo, hace la diferencia entre el bien y el mal. Aunque eso no es lo
peor. Lo terrible es el patético acto de disfrazar el
politicamentecorrectilandismo con una máscara de irreverencia. Para ejemplificar, tenemos a Nicolás Copano, joven
con gran presencia en diversos medios, miles de seguidores en las redes
sociales. Un “díscolo” del sistema. Un “iconoclasta”. Pero su aparente rebeldía
para con los “poderes”, no es más que una actitud demagoga y populista que tomó
en un momento determinado, simplemente por moda. Por lograr un espacio en la
sociedad, por escasa flexibilidad intelectual, o simplemente por temor al rechazo.
Sí. Esos son los motivos por los que algunos adquieren la nacionalidad; moda, mínimo
entrenamiento cognitivo, o el imperioso apetito
de lograr aceptación social. Y son los mismos requisitos para pertenecer a
Politicamenteincorrectilandia. Son naciones gemelas, aunque sus nombres
indiquen oposición.
1 comment:
¿Por qué te fuiste? ¿Por qué?
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