Esta columna nace de la
visceralidad pura, de un cansancio emocional constante producto de la triste observación
sobre mi entorno. Yo vivo en Chilito, tal vez Ud. tiene la fortuna de vivir en
Chile, pero yo vivo en Chilito. Y quiero vivir en Chile. Yo sé que a algunos
les puede molestar el peyorativo nombre, pero es. El Chilito es mediocre,
flojo, maleducado, doble standard, se las da de liberal, misógino, indolente…
me agota. Y reclamo. Mucho.
Me agota y me da pena reclamar
que una conocida clínica capitalina no haya permitido me acoja a la Ley de
Urgencia cuando llegué atacada por un perro a 1,5 cm de la Carótida y nadie
responda. Me enoja un banco no me quiera
dar un Certificado de Deuda de mi padre fallecido, porque él debe levantarse de
la tumba e ir a solicitarlo. Me enoja mi madre haya ido a un conocido centro
médico y el “oftalmólogo” que la atendió le recete un antibiótico para una
enfermedad viral. Me enoja que este mismo oftalmólogo no esté acreditado por la
entidad que los regula porque la especialidad hecha en el extranjero, la
reprobó. Me enoja que la aseguradora de mi padre no me pague el seguro porque “se
traspapelaron”. Me indigna que mi ex abogada haya recibido de mí 300 lucas y no
haya hecho la pega. Me molesta que los “liberales” de Twitter traten de “maraca”
a la Valentina Roth. Me molesta esos
mismos hagan pebre a la Tere Marinovic por ser conservadora. Me daña que en la
empresa en que trabajo mis compañeros del sexo masculino (lobotomizados) me
agredan por ser mujer eficiente y con carácter. Me afecta que mi jefa (inteligente
y proactiva), sea tildada de “loca histérica” y “falta de sexo” porque da órdenes
y corrige los errores de personas que ni siquiera saben que “ay” indica exclamación y no corresponde
al verbo “haber”. Me indigna asciendan a gerente a un tipo que no trabaja y se
la pasa en Facebook. Me hiere hombres
con los que he salido tengan tan baja la autoestima, que necesitan reforzar su
inteligencia tratándome como tonta. Y lo que más me molesta, es que nadie dice
nada. El estoicismo no me da para tanto, una lleva sangre en las venas, no
chocolate. Y se desahoga. Somos nosotros quienes creamos una sociedad taciturna
ante maltratos, negligencias, y omisiones. Y creo hacer mi parte alzando la
voz. Dígame si estoy loca, Ud. conoce Chilito? Existe, cierto? O soy yo la
única habitante?