Concepto de moda justamente por lo poco que están de moda los políticos: REPRESENTATIVIDAD. Sabe Ud. lo que significa? Obvio que sí, porque si Ud. me lee es porque es una persona inteligente. Pero no está demás. Representatividad es el acto en que una democracia entrega su poder político a un representante para que este pueda defender, proponer, legislar y exigir en pos de los intereses de su representado. A Ud. le pregunto, esto sucede en la práctica? Porque a mí no me queda claro si en Chile estimulamos la representatividad con la cantidad de ungidos por región, o con la identificación y empatía que sentimos por el pensar, sentir y actuar de estos “honorables”. Lo que sí tengo absolutamente claro, es que nuestros intérpretes no sintonizan con nosotros. Porque tal vez les falta hacer un sondeo en sus respectivos distritos. Acaso cree Ud. que la mayoría de Chile está contra el aborto terapéutico? O piensa todos queremos 2 milloncitos más para nuestros senadores?
Es cierto. Es peligroso el límite entre “hacer lo correcto” y el populismo puro. Pero con temas y decisiones que realmente pertenecen a la ciudadanía, lo mínimo que podemos exigir a nuestros parlamentarios es que ejerzan la REAL REPRESENTATIVIDAD. El problema aquí radica en varios puntos. Tomaré dos. Primero, la forma en que entregamos el poder. Porque no basta con “Ud. me tinca. Voto por Ud. para que decida por mí”. Es necesario el representante se nutra de manera constante del parecer de la masa crítica de su sector. Eso en la práctica no existe. Sino que simplemente opinan por Ud. Segundo, le comento Ud. tiene los políticos que merece, porque fue Ud. y nadie más quien los escogió. Esa es la responsabilidad propia. Porque su voto es premio y castigo, y no lo sabemos utilizar. Cuando votamos, votamos con el corazón. Votamos por el caballero con delantal blanco, o el que tiene cara de bonachón, o también por la que tiene cara de mamá. Nos fijamos acaso en sus propuestas, programas, postura valórica, bienes declarados? Para la próxima elección, piénselo bien. Ud. le dio el poder.
4 comments:
Estaría totalmente de acuerdo con el contenido del post si considerase válido el sistema "democrático". Ahora bien, como yo no puedo aceptar esa tesis por estar basada en la fuerza y su monopolio, he aquí mi crítica no a la columna sino más bien al concepto mismo de "representatividad".
En primer término lo considero brutalmente presuntuoso, tanto como "representante" y "representado". ¿Quién puede ser tan macanudo y superior al "pueblo" para pretender "representarlo"? ¿Debemos suponer que algunos son tan iluminados que pueden interpretar mejor que nosotros mismos nuestras ideas y anhelos?
De igual forma, me pregunto -sin deslegitimizar o cuestionar la validez o importancia de las ideas que puede tener cada individuo-, ¿quiénes somos nosotros para pretender imponer -mediante el voto mayoritario- nuestras ideas por sobre las de los demás, condenándolos a obedecerlas y guiarse por ellas bajo amenaza de la fuerza? Personalmente no aspiro a representar ni ser representado. Mi señorío alcanza mi cuerpo y mis bienes y sobre nada más deseo gobernar. No saben como me gustaría algún día tener siquiera esa potestad sin ser obligado por "las mayorías democráticas expresadas a través de sus representantes".
Estarìade acuerdo, particularmente con " ¿quiénes somos nosotros para pretender imponer -mediante el voto mayoritario- nuestras ideas por sobre las de los demás, condenándolos a obedecerlas y guiarse por ellas bajo amenaza de la fuerza? ", pero ya existe un orden establecido, y la labor es mejorar lo que ya existe, porque eliminarlo, imposible.
No es una ley de la naturaleza la existencia del Estado. Por consiguiente, no es imposible reemplazar ese sistema por otro basado en la libertad, responsabilidad, libre intercambio de bienes entre los individuos y tribunales, policías y fuerzas armadas privadas. Es complejo, por cierto.
Muy complejo. La poblaciòn no tiene la salud necesaria para el sistema q propones
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